Cualquiera puede diseñar




Cualquiera puede diseñar y si una persona diseña, esa persona es un diseñador... gramaticalmente hablando, claro.


Ahora bien, NO cualquiera puede diseñar bien, y si una persona NO diseña bien, no debería llamarse diseñador, profesionalmente hablando.


El acto de diseñar, como la mayoría piensa que funciona, no es coger una foto, un dibujo, unas letras y con el programa de edición favorito a editar para que quede "bonito"; meterle efectos, filtros, capas y capas, sombras, luces, contrastes...



O simplemente coger y creerse un BUEN diseñador y pensar en minimalismo, vanguardismo, arte contemporáneo, moda y meterle a ese "GRAN" diseño un punto de color, una forma sutil con una letra de tipo palo seco con una serif mínima y listo, "diseñado".


Hago un hincapié criticando este tema, ya que, para empezar a diseñar no hay que hacer un estilo minimalista, ni retro, ni... es hacer un proceso de información; estudios, investigación, interpretación, psicoanálisis, caracterización, conceptualizar, traducir, objetivar... palabras que la mayoría de los "diseñadores" (gramaticalmente hablando) no conocen y/o no practican.

De ahí, partimos en que no tenemos que creernos ser diseñadores, puesto que la palabra "diseñador" es sinónimo de "cliente" o "consumidor". Cuando estamos diseñando, estamos poniéndonos en la piel del cliente, del que consume y no del artista que crea un arte, ya que el diseño no es arte, sino mas bien una mezcla entre psicosociología y narración gráfica.



Cuando un cliente dice como hacer las cosas a un diseñador real, ese mismo acto hace que el diseñador deje de serlo, con lo cual, no se le está ni valorando, ni pagando el verdadero trabajo de diseñar, sino se le está pagando por congestionar una imagen preconcebida sin base, ya que entonces no tendría sentido el contratar a un diseñador para ello. Millones de personas saben usar el photoshop al nivel de reflejar la idea del cliente que tiene claro como hacer si imagen, su logo, su cartel... su "diseño".

Por ello, las palabras, diseño y diseñador pierden su significado real al usarlas y practicarlas vilmente desprestigiando el trabajo de investigación y seducción visual que requiere.

Un consejo que suelo dar, sin caer en la mala costumbre de pensar en "¿me están diciendo lo que tengo que hacer?" (cada uno es libre de sus actos) es el siguiente:
Si contratan a un diseñador, pónganse en la confianza de quién están contratando ya que les están pagando por eso mismo. Si no están seguros de que el trabajo que les vaya a realizar es bueno, solamente fíjense y exijan un seguimiento del proyecto y verán, si es el caso de un BUEN diseñador, que realmente no están pagando sino que están invirtiendo en algo merecedor.

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